La poesía...
Ya apenas me consuelan,
la poesía y las historias, las aventuras...
ya apenas me transportan,
elevan, sobre el mundo de barro y ceniza.
Ya apenas me sirve la lectura,
no me valen sonrisas imaginadas,
placeres de salvia y éter,
ojos de humo, vidas de embeleco,
bellas, irreales y eternas
como cristales huecos.
La poesía...ya no me sirve.
Musas mentirosas, dadme vida,
haced arder mi corazón,
no como una metáfora,
¡Basta de tropos!
sino de verdad,
tejedme alas de seda real,
y llevadme con Ícaro al fuego
de un Sol dolorosamente real.
Un buen cambio¡!!
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