I am only a fool
who buys many books

domingo, 28 de octubre de 2012

Con mi muerte nos doy vida,
de mi cuerpo desintegrado nacerán montañas,
de mi sangre ríos,
de mis palabras extremas los dioses del cielo,
de mi odio sus demonios, que roen las raíces del mundo.
Con mis ojos soplaré un orbe de vidrio,
de su iris brotarán los colores de la Primavera,
y con mis huesos moldearé la armazón del tiempo.
Yo soy Purusha nacido del huevo de oro,
yo soy Ymir de la raza del hielo,
y Tú eres el corazón que late en el pecho de mi creación,
el vacío que rebosa en el aliento de la vida,
la libertad que bulle en cada criatura que surge de mis estragos,
el pensamiento que reposa tras la roca tallada,
la voluntad que mueve las ruedas del firmamento,
el árbol que crece en el centro de la laguna
donde uno es todo y todos son Tú mismo.
Entre mis escombros, cuando me haya desvanecido,
y todo lo que he sido sea de nuevo,
permancerá la rosa de la vida,
cuya savia es tu fuerza, y su color tu juicio.




miércoles, 17 de octubre de 2012

El día que morí fue el más triste de mi vida.
Pensé, "mis viajes, mi amor, Sol que amaneces en la distancia,
lluvia que lo entierras y oscureces las hojas del Otoño,
No habréis de volver nunca a mí.
Ni la brisa, azul en Verano, gris de Invierno,
rizos cálidos y miradas de dulce verde destilado".
Pensé que todo había acabado, el día que morí.
Pero no hay viaje que tenga fin; no hay rosaleda que no perviva
en la semilla de primaveras por venir. 
Rojos frescos brotaron de mi corazón marchito,
y en sangre renovada, de nueva estrella ardiente,
Viví de nuevo, el día que morí,
nací en eterno ciclo, rueda del cambio, arroyo vibrante del alma.
Viviremos, y no habrá final a nuestro amor, que se reintegra en cuerpo desconocido,
y habrá penumbra en la noche de nuestras conciencias, 
Solo para que otra vez alumbren de oro las nubes.
Tumba, cuna y sepultura,
Creación, muerte, solo palabras, solo pasiones,
que van y vienen, despegadas del viento como herrumbre.



martes, 16 de octubre de 2012


Dos soles de sistemas extraños,
de dorados que no son de este universo,
llegaron prendidos en la noche
como estrellas de ámbar y oro estañado y,
por confundirse en el brillo de la cerveza y el vino blanco,
se toparon con mi lengua desorientada
que ofende al cielo con palabras equivocadas.
Se ríe sin embargo el verde de las hojas de otoño,
queriendo compensar vanidad de broma,
y anochecer de fiesta,
pide con mirada dulce que se le haga justicia escrita,
y por verla sonreir,
quién no haría arder su corazón por verla sonreir,
yo le prometo exprimir el fruto ácido del árbol del juicio,
arrancarle gotas de belleza que perfumen sus colores,
nuevos enemigos de la oscuridad,
ni verde, avellana o azafrán, todos ellos juntos
fundidos en abrazo líquido y arroyo de sonrisa cristalina.
Gotas de savia que ruedan por un tronco áspero, 
por suelo boscoso de láminas de pino, alerce,
iris castaño, ojos de abeto y tierra desnuda,
bañada de frescas chispas,
que nacen en río de mirada salvaje.

Como caballeros y damas de antaño,
oscuros, en triste rincón de historia olvidados, 
derrochamos diccionario en la cosa más simple,
en la belleza más sencilla, primigenia,
tan solo tus ojos, sin filosofías,
solamente dos destellos de mar, nada más.
¿Hay cosa más importante de la que hablar?



To my friend Asia, being offended for a joke I made about her eyes one partying night in Ankara, I promised her to write about them, and make them justice. Hope you like it!

lunes, 15 de octubre de 2012

¿No son este mismo paisaje, todos estos elementos que lo componen a la vista, familiares y conocidos?

Cuántas veces habré recorrido esta senda, tantas como para que mi memoria camine más aprisa que el camino mismo, y se adelante de lejos a su abrupto final de barro y espinas. Estos mismos pasos ya los dí, si no con ánimo más firme con corazón más dispuesto y alegre, como tierna res que pisa por primera vez el cobertizo de su carnicero, como inconsciente Ulises que se hace al mar azul profundo en misterios. Pero mis ojos ya prevén el final, tristes, cansados; solo dolor espera al término de los paseos del corazón. No hay esperanza en llegar a prado fresco donde crezcan colores a la sombra del olivo y el castaño, y aún así siempre aparece loca, dispuesta para esos ojos verdes que no dejan de ver los míos. Podrán mirarse, perderse cuanto quieran en sus anhelos, y podré sentir en la distancia y las frías mañanas de ensueño su roce de espejismo, sus visos como de amanecer empapado por la lluvia, como fina orilla tendida al pie de la laguna verdiazul.

Porque tu piel es de caricias soñadas y tu pelo es de noche cargada de deseos como estrellas, que huirán espantadas al nacer de la mañana; y ese será el fin de este camino de ideales y ensueños, siempre en soledad, siempre transformado en realidad impávida y marchita, de sombra y ceniza.

martes, 9 de octubre de 2012

Pensamiento de Noche, Pensamiento de Día

Qué culpa tiene la carne de las deudas del corazón, que se quejan siempre insatisfechas, dolorosas, de este mundo de olvido y arrepentimiento. La mentira es faro engañoso de nuestras tormentas, aquí a sus pies se quiebran nuestras naves entre espinas de rosa y roca, y ya solo nos queda una eternidad de naufragio y amaneceres de melancolía, en esta playa de arenas infinitas donde las estrellas ríen titilantes, traviesas e ingeniosas; la madre Luna rechoncha que trata de consolarnos con su luz de medianoche, y se vuelve Llena de tristeza al ver nuestra entraña y sus despojos.

Lenta historia que pierde palabras como el alma pierde sus pétalos uno a uno, enferma de pulgones, camina la vida por las calles de sombra y rostros de luz, y por entre muros antiguos, patios de silencio donde el viento balancea tierno las palmeras, como un amante los cabellos de la Tierra dormida. ¡Qué andar solitario, a pesar de ser multitud! Serán tus ojos negros que me atormentan el sueño ¿Será posible que no desaparezcan en la noche? Y ese perfume tuyo que sigue reptando desde su madriguera de recuerdo, que me encuentra en cualquier lugar del mundo, en toda orilla que bañe el oleaje verdoso, salado como tu piel que ahoga mis pulmones, me arrastra a la profundidad oscura, lejana a cualquier auxilio o esperanza. Maldita seas.

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Qué feliz el canto del ave que libera al alma de su cárcel de penumbras, cómo cabe en él y se agranda el mar de Verano tendido al Sol del mediodía, majestado de espumas y resplandores danzantes. Qué luz es esta que inunda la vida, que ciega como el brillo a través de la hoja verde, de la rama, de la arboleda entera; que hace brotar el rojo del seno de la tierra y de los tuyos de aleña; que reencarna su esplendor en el azul del cielo, el verde de tus ojos, en la oscura, oscura flor de tus cabellos.

Nada más, nada menos, tan solo esto. Es luz, es canto, es la Primavera del corazón que se cubre de bayas reverdecidas, de los frutos que la generosidad derrama en el mundo. Es rocío y arroyo claro de esperanza, es deshielo y fuego cósmico sincero, no llama engañosa que alumbra el mundo dormido. Risa como música que no ha de parar, palabras que son canciones, Día que es luz y padre de la alegría renacida; bienvenido al mundo.