I am only a fool
who buys many books

jueves, 25 de abril de 2013

Yo soy constructor, constructor de castillos,
castillos de nubes, fortalezas de sueños.
En un caballo de alas de plata, y crines doradas,
vuelo al cielo
donde hordas de ángeles dan forma a mis proyectos
con piedra de lluvia, mármol etéreo,
construimos castillos, castillos de nubes,
fortalezas de sueños.

Desde almenas de hielo, troneras de témpanos,
arrojamos mis ángeles y yo
aceite frío, flechas de viento,
a los demonios que nos ponen asedio.
Vienen del mundo, el mundo de tierra,
sangre y acero,
huyendo de la vida y el tiempo
que atormentan sus demónicos cuerpos.
Quieren conquistar nuestros prados blancos,
ríos de brisa, mares azul zafiro.
Pretenden tomar nuestros castillos,
castillos de nubes, fortalezas de sueños.

domingo, 7 de abril de 2013

Una eterna añoranza, melancolía sin final,
saberse incompleto, buscador de lo que está perdido.
Es sed saciada de sal y arena,
anhelo constante del espíritu, del canto serpenteante
en los vacíos entre piel y carne.
Es esperar lo que ya ha acabado y el regreso de quien no ha de volver,
es mirar al horizonte cristalino y ver reflejadas tan solo alegrías pasadas
interponiéndose contra la sequedad del mañana.
Una tenue llama en el dormitorio vacío,
una guía de estrellas en la noche encerrada.
Amar es andar sin alma,
fluir la sangre sin corazón,
vivir cruzando siempre el puente
entre este mundo y el siguiente.
Soñar en el abrazo del Sol,
meditar velando el sueño de la Luna.
Nada más,
Amar es desesperar.


Es Hielo Abrasador, de Francisco de Quevedo

Es hielo abrasador, es fuego helado,
es herida que duele y no se siente,
es un soñado bien, un mal presente,
es un breve descanso muy cansado.

Es un descuido que nos da cuidado,
un cobarde con nombre de valiente,
un andar solitario entre la gente,
un amar solamente ser amado.

Es una libertad encarcelada,
que dura hasta el postrero paroxismo;
enfermedad que crece si es curada.

Éste es el niño Amor, éste es su abismo.
¿Mirad cuál amistad tendrá con nada
el que en todo es contrario de sí mismo?


Desmayarse, Atreverse, Estar Furioso; de Lope de Vega

Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;

no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;

huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor suave,
olvidar el provecho, amar el daño;

creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe.

jueves, 4 de abril de 2013

Mi ciudad y tú sois uno en mi memoria,
sus torres, patios,
calles que, tranquilas en la infinidad del tiempo,
se funden en el cielo de tu rostro, 
se adoquinan de tu piel suave, de caricias soñadas.
Tu pelo se vuelve enredadera en los muros de las iglesias,
y brota cada noche su flor negra esparciendo como un aroma tu risa,
muda imagen de un sonido en mi recuerdo. 
Abrazados al vuelo de las campanas, sobre las azoteas,
por entre el cielo cristalino del Verano,
son suspiros, libres de la cárcel de tus labios; 
vuelan llenando el espacio de soles,
haciendo eco en el fondo de las fuentes,
goteo tranquilo hasta la profundidad del ayer.
Incluso en aquél mundo de sueño y fantasía,
cuando los azahares eran soldados,
cada torreón un castillo de embrujo,
y las naranjas caídas en el suelo planetas extraviados,
¿No se sentían tus miradas inocentes en la plazuela de mis juegos,
no sonaban mis pasos, apresurados, al correr con el latir de tu pecho
acercándose, llenándose del aire y el aroma de esa Primavera
que habría de estallar en luz y sensaciones nunca imaginadas?
Hacia el mar se alarga tu figura, 
se derrite mi pensamiento
en el río lánguido de nuestra existencia,
adornado de puentes, salpicando olivos,
moldeando campos y volviendo llanura las colinas,
hasta que frente a Cádiz te rompes en las mil gotas verdiazules del océano,
y hoy tu rostro es la Luna en el cielo de mi pasado,
su cara oculta la oscuridad infranqueable del futuro.

lunes, 1 de abril de 2013

"Arrancadme, arrancadme",
grita la rosa sin voz al borde del camino,
abarrotado de pies sin rostro, de pasos sin alma;
se desvanece en el eco de pisadas arrastradas por el viejo Tiempo,
que carga en sus bolsillos arena y olvido.
"Arrancadme, arrancadme, os lo suplico,
del frío suelo al borde del camino",
grita la rosa muda, a tantas gentes ocupadas y sordas.
"Llevadme al abrigo de vuestro pecho,
en la cálida luz de vuestro corazón
dejadme reposar de este largo Invierno al raso.
Yo desplegaré mis brillos, iris de toda la creación,
belleza plasmada en colores vivos,
fundidos en la Primavera de vuestras conciencias.
Llevadme lejos de esta tierra de hierba escuálida y viento gris,
plantadme en un jardín alumbrado de limoneros, 
árboles que crecen luz dorada pendiente de sus ramas,
flotando en el blanco etéreo de un jazmín.
Yo, que fui regada por una herencia de siglos,
por la voluntad de sobrevivir, embellecer al mundo,
Yo, que compendio el universo entero 
en las sombras de mis mil pétalos, 
esta noche helada moriré,
me marchitaré sin que nadie haya aspirado mi aroma,
sin que nadie haya alumbrado toda la belleza que hay en mí."