I am only a fool
who buys many books
martes, 3 de julio de 2012
Una Brizna en Un Jardín
La brizna de hierba que crece como una pátina verde en mi jardín, que se alza débil desde las raíces más profundas de la tierra; sueña con rozar las hojas del naranjo, enredar el cielo en un abrazo constante y ligero, estrecharse en torno a su luna de rojo y néctar agrio. Pero los árboles orgullosos, las flores vanas y caprichosas, los pájaros que redibujan con sus canciones mi jardín añadiéndole nuevos colores de belleza divina, todos los habitantes de mi vergel, ignoran los anhelos de la hierba blanda, que en Verano arde y en Invierno se congela, a la que la lluvia aplasta y el viento y los niños curiosos arrancan. Los animales más inofensivos la devoran, su propia semilla la hace brotar frágil. Sus deseos son insignificantes, su presencia es prescindible, su orgullo se ve constantemente humillado. Y, sin embargo, cómo ama la hierba a todo lo que la rodea. En su corazón solo desea abrazar al mundo entero con sus raíces, cubrir cada rincón vacío con trazos de verde puro, el único pigmento que se le permite. La frustración no empaña su esfuerzo, el patetismo solo acrecienta la belleza de su regalo. La brizna de hierba, que crece con optimismo en mi jardín, se entrega sin reservas a la creación, y por eso es el ser más fuerte, el más importante, de todo mi Edén.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Curiosa tu entrada, pero para mi una brizna de hierba como la que tu defines, somos muchas personas. Yo misma me podría identificar con ella, se ve débil, frágil, en cambio se aferra a la vida una y otra vez, e intenta luchar por su sueño, cubrir el vergel, a pesar de que el resto del mundo la vea insignificante y quiera eliminarla.
ResponderEliminarFelicitaciones, me ha encantado. Un beso.