Planta, caballero, antes de marchar la flor del olvido
Deja que cubra su perfume gris, como una niebla, tu jardín
Y una vez rebasadas tus defensas, quebrado el escudo
Cuando, enterrada la orgullosa heráldica en el barro rojo,
no piense si no en su derrota,
Vuelve a tu jardín, caballero,
Y deja descansar el corazón herido entre el jazmín y la rosa
Y que penetre en ti el aroma amargo, caballero,
De la flor del olvido
No hay comentarios:
Publicar un comentario