I am only a fool
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martes, 28 de febrero de 2012

Pelirroja


El gris opresivo de la mañana se calcina cuando una llamarada roja atraviesa la calle, y no hay hombre que no se vuelva a mirarla. Fuego sagrado, estrella caída, ¿Quién te envió entre los humanos? ¿No está acaso tu lugar en un campo de tulipanes rojos, o ardiendo en el cielo al caer la noche? Tras tu paso las calles parecen más oscuras, los placeres más insípidos, y las demás mujeres son témpanos junto a ti. Has venido al mundo como antesala del paraíso que se esconde entre tus pechos.
Ángel, fuego y pasión ardientes, nos llenas de turbación y te vas. Dinos al menos tu nombre, para que podamos adorarte como diosa, y llamarte en nuestros sueños.

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